La fresa HF 100 K de Klingspor tiene un diseño cónico con un ángulo de 90°. Esta fresa de metal duro es particularmente apropiada para el mecanizado de acero de construcción, metales no ferrosos, hierro fundido y materiales resistentes a altas temperaturas. La cabeza de corte preciso de la fresa de metal duro convence tanto a los profesionales como a la industria por su remoción de material uniforme y su larga vida útil. Además, los aficionados y los usuarios profesionales aprecian las múltiples posibilidades de aplicación. La herramienta de precisión para taladros y cantos Con su cabeza de diseño cónico en un ángulo de 90°, la fresa HF 100 K de Klingspor es idónea para el desbarbado de agujeros. La forma especial de la fresa de metal duro permite, además, el mecanizado preciso de cantos. Sobre todo el biselado se realizar de manera sencilla y muy exacta con la fresa HF 100 K. Esta fresa completa el equipamiento en empresas dedicadas a la construcción metálica, de instalaciones, de moldes y de herramientas, en fundiciones, en la construcción naval, así como en los sectores aeronáutico y aeroespacial, al igual que para aficionados ambiciosos. Calidad comprobada para excelentes resultados Las altas exigencias de calidad que plantea Klingspor hacia la fresa HF 100 K empieza ya por la selección de las materias primas. Solo las mejores materias primas se utilizan para las fresas de metal duro. El fresado del dentado se realiza con la ayuda de la tecnología CNC más moderna; de esta manera queda garantizada la remoción de material uniforme, incluso al cabo de muchas horas de funcionamiento. Para terminar, el control de calidad interno comprueba cada fresa HF 100 K de Klingspor, dedicando una atención especial al dentado y a la conexión soldada con la cabeza de la fresa. La empresa Klingspor es sinónimo de herramientas de precisión fiables con una larga vida útil sin pérdidas de calidad: la base para conseguir excelentes resultados de lijado en la industria, la artesanía y el bricolaje. Además, el elevado poder de corte y la reducida generación de calor en la pieza prestan una contribución decisiva a la alta rentabilidad de la fresa HF 100 K.
